lunes, 25 de abril de 2016

Se añade una nueva palabra al diccionario


Un niño asombra a Italia con una nueva palabra: ‘petaloso’


La Academia de la Lengua felicita al pequeño Matteo, de ocho años, que inventó el término.


La historia comienza hace tres semanas en una clase de lengua de tercera elemental –chavales de ocho años, el equivalente a tercero de primaria en el sistema español—del colegio Marchesi de Copparo, un municipio de unos 16.000 habitantes en la provincia de Ferrara, en el norte de Italia. Ese día toca hablar de los adjetivos.

Y el pequeño Matteo aplica a una flor –que en italiano es masculino, “ fiore”— el adjetivo “petaloso” para explicar que está llena de pétalos. La palabra no existe en italiano y por tanto la maestra, que por cierto se llama Margherita, señala la respuesta como fallida. Pero no se queda ahí. “Cuando corregí el examen”, explica Margherita Aurora al Corriere della Sera, “marqué 'petaloso' como un error, pero añadí un círculo rojo para señalar que se trataba de un bello error. La palabra me gustaba, y por eso se me ocurrió preguntar la opinión de la Crusca [la Accademia della Crusca, el instituto nacional para la salvaguarda del italiano]”.

La maestra Margherita no toma la iniciativa en solitario, sino que recuerda a sus alumnos para qué sirve la academia de la lengua y le pide a Matteo que sea él mismo quien se dirija a la Crusca para solicitar la entrada de su palabra inventada en el bello jardín del italiano.

Con una emoción y una algarabía fáciles de imaginar, la profesora abre la carta delante de sus alumnos y lee el texto firmado por Maria Cristina Torchia, consejera lingüista de la Crusca: “Querido Matteo. La palabra que has inventado es una palabra bien formada y podría ser usada en italiano, como son usadas otras palabras formadas de la misma manera.

Así que de la noche a la mañana Matteo inventa una nueva palabra.




diccionario

miércoles, 13 de abril de 2016

Tercera tarea


Capitulo XIII


Donde se da fin al cuento de la pastora Marcela,
con otros sucessos.



Más apenas comenzó a descubrirse el día por los valcones del Oriente,
quando los cinco de los seis cabreros se levantaron y fueron a despertar 
a don Quixote, dijole si estaba todauía con propósito de ir a ver el 
famoso entierro de Grisostomo, y que ellos le harían compañia. Don Quixote, 
que otra cosa no desseaba, se leuantó y mandó a Sancho que ensillasse 
enalbardasse al momento, lo qual el hizo con mucha diligencia, y con la misma  
se pusieron luego todos en camino. Y no huuieron andado un quarto de legua, 
cuando,  al cruzar de una senda, vieron venir hacia ellos hasta seis pastores, 
vestidos con pellicos negros y coronadas las cabezas con guirnaldas de cypres 
y de amarga  adelfa. Traía cada uno un gruesso bastón de acebo en la mano. 
Venían con ellos,  así mismo, dos gentiles hombres a caballo,  muy bien 
preparados de camino,  con otros tres mozos de a pie que los acompañaban. 
Cuando se llegaron a juntar se saludaron cortesmente, y, preguntandose los
unos a los otros donde iban, supieron que todos se encaminaban al lugar 
del entierro, y, así, comenzaron a caminar todos juntos.
Ensillase: Del verbo ensillar, poner la silla de montar a un caballo u otra caballería.
Enalbardasse: Del verbo enalbardar, poner la albarda a una caballería.
Albarda: Pieza almohadillada del aparejo de las caballerías que se pone sobre el lomo para que no les lastime la carga.
Diligencia: Sinónimo de darse prisa. 
Legua: Medida de longitud que equivale a 5. 572 metros.
Pellicos: Abrigos de pieles.